Decimos que en Camp Wandú los niños vencen sus miedos, aprenden a trazarse metas y saborear sus logros, ¿pero cómo?
Lo más importante es que saber que los miedos y retos vienen en muchas formas. Mientras yo le puedo tener terror a los bichos, mi hermano a embarrarse en el lodo, mi amigo se puede sentir nervioso por compartir cuarto, y a mi primo le dan pánico las alturas. Las zonas de comfort, zonas de reto y zonas de pánico varían de persona y persona, por eso es importante apoyar a cada niños de manera diferenciada y entendiendo los retos de cada cual.
Nuestra prioridad es trabajar porque cada campista al llegar entre en su zona de comfort. Una vez ahí podemos enfocarnos en lograr que cada uno se trace su propios retos, los busque con perseverancia, se conozca a sí mismo en el camino, y disfrute de la gloria de sus logros al final.
Si los convencemos de subir el árbol en la actividad de tree-climbing, no logramos nada. Sólo los convencimos de que son fáciles de convencer. En cambio si trabajamos en una meta propia y ellos la alcanzan, pueden disfrutar de los frutos de su propio esfuerzo… ¡y después quieren ir por más, y así nos preparamos para una vida de metas, retos, esfuerzos, perseverancia y mucho éxito!
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